La caridad cristiana al servicio del desarrollo integral de las personas y los pueblos

Desde 1942, la Iglesia católica española dispone de unas instituciones a través de las que desarrolla su acción caritativa y social, las denominadas Cáritas diocesanas. En Aragón, estos órganos se corresponden con las diócesis de Barbastro-Monzón, Huesca, Jaca, Tarazona, Teruel y Albarracín y Zaragoza. En 1976, todas las diócesis aragonesas decidieron agruparse para ejercer su intervención social, gesto con el que comenzaba a andar la actividad de Cáritas Aragón. Aunque no fue hasta 1993 cuando este organismo autonómico adquirió personalidad jurídica propia, tras ser erigido de manera oficial por la Conferencia Episcopal Española.

Cáritas Autonómica de Aragón actúa como lugar de encuentro, de diálogo y de ayuda mutua de las Cáritas Diocesanas de Aragón y demás entes que la integran. Es el nexo de unión entre sus miembros para facilitar la comunión mutua y el intercambio de ideas y experiencias en cuanto a objetivos, medios y actividades.

La misión de Cáritas es promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos. Nacida en el seno de la Iglesia, el espíritu que mueve su labor es ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristina con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Toda su actividad parte del compromiso para que la acción de Cáritas sea significativa en el desarrollo humano integral de los últimos y en la promoción de una sociedad inclusiva. Ser referentes de solidaridad con los países más empobrecidos y el cuidado de la casa común, así como la denuncia de las causas de la pobreza y exclusión, son los motores de toda su obra.

Desde sus inicios, el horizonte de Cáritas siempre ha sido la Justicia, con mayúscula. Esto no es incompatible el reconocimiento de la necesidad de asistencia de las personas más vulnerables, un elemento que sin duda ha marcado claramente su acción. Pero su avance fundamental ha estado en no reducir su acción a esta tarea, sino en ir avanzando hacia una meta clara: generar en la sociedad las condiciones precisas para que dicha asistencia no sea necesaria porque exista un modelo social justo.

Este horizonte de Justicia ha orientado la mirada de Cáritas para descubrir las causas de que la sociedad real no se ajuste a este modelo más justo. Y también ha guiado cada una de sus acciones en todos aquellos aspectos que lo impedían. Junto a ello, la inserción social ha ido moldeando las intervenciones hacia un modelo de acompañamiento y atención a las personas, colectivos y territorios que van quedándose en el camino.

En el caso de Cáritas Aragón, estas aspiraciones y principios se concretan a través de los programas con los que actualmente cuenta la institución:

  • Programa de Formación
  • Programa de RED Autonómica de Cáritas
  • Programa de Empleo
  • Programa de Sensibilización
  • Programa de gestión, administración y coordinación

Estos son los programas propios de la Cáritas autonómica, puesto que cada Cáritas diocesana desarrolla sus programas y líneas de trabajo propias, entre las cuales destacan la acogida y acompañamiento de sus usuarios, labor intrínsecamente vinculada a su misión. Además, los organismos diocesanos se ocupan de todos aquellos programas y servicios que se enmarcan dentro de la atención especializada como personas sin hogar, cooperación internacional, inserción sociolaboral, mayores, infancia, familia…

Una de las señas de identidad de Cáritas es el voluntariado, de tal forma que apuesta por un modelo en el que los voluntarios y voluntarias participan activamente en todos los espacios de la organización.

La misión de Cáritas es trabajar para mejorar la realdad de las personas que viven situaciones de pobreza y exclusión social, y el voluntariado tiene un papel fundamental porque, desde su compromiso desinteresado, no espera nada a cambio, sino que está sacando a la luz la injusticia que supone la realidad de la pobreza. Según los últimos datos disponibles, a cierre del ejercicio 2017, Cáritas Autonómica de Aragón cuenta con la participación de 2.773 voluntarios distribuidos por todo el territorio aragonés.

“El voluntariado es expresión de amor, de generosidad, de gratuidad, de compromiso social, de implicación, de ciudadanía responsable, de solidaridad y para los cristianos, es seguir a Jesús y querer vivir como él nos enseñó”, afirman desde Cáritas. En esta organización entienden el voluntariado “como expresión de solidaridad y motor de los avances fundamentales en la intervención social”.

La envergadura de la acción de Cáritas a lo largo de su historia y en el presente no sería posible sin el compromiso de los voluntarios que la hacen posible día a día. Son personas implicadas y comprometidas con los últimos a través del acompañamiento de procesos personales y la intervención en ámbitos comunitarios. El compromiso silencioso y cotidiano de numerosas personas es sin duda la gran aportación y la raíz de cuanto Cáritas ha hecho y pueda hacer en el ámbito de la intervención social.

Cáritas Aragón forma parte de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión desde su fundación, en el año 2001. “El objetivo de la integración de nuestra entidad en la Red fue poder establecer mecanismos de coordinación entre las distintas entidades en el trabajo común de atención a las personas en exclusión o riesgo de exclusión”, aseguran.

En esta línea, esta institución autonómica de la Iglesia participa en las otras redes y plataformas como la Confederación de Cáritas Española, la Plataforma Aragonesa del Tercer Sector, la Federación Aragonesa de Solidaridad, la Coordinadora Aragonesa del Voluntariado y el Foro Aragonés de la Inmigración. También colabora con multitud de entidades públicas y privadas a nivel regional o local. Además, las Cáritas diocesanas pueden participar en otras redes, como entes locales o comarcales.

Desde su privilegiada posición de observadores directos del día a día de las personas más vulnerables de la sociedad aragonesa, uno de los principales problemas y necesidades que Cáritas Aragón constata desde su experiencia es que la recuperación económica no está llegando a todas las familias. Otro sería que la desigualdad se está enquistando en nuestra sociedad. Entre tanto, la puerta del empleo sigue cerrada para muchas personas, mientras el mercado laboral no asegura unas condiciones de vida digna.

Ante esta realidad, desde la organización constatan que “un reto fundamental que tiene Cáritas para aportar a la sociedad, y por tanto la Iglesia, es aumentar la participación. Es necesario tener una sociedad mucho más fuerte, que pueda responder a los retos venideros. La crisis ha demostrado que, aunque las familias han respondido a esta situación, tenemos una sociedad muy débil, injusta y desigual”.

Desde Cáritas Aragón no cesan en su empeño de seguir trabajando para lograr que la aragonesa sea una sociedad fortalecida, justa e igualitaria.

 

Para saber más…

Cáritas Autonómica de Aragón

Pº Echegaray y Caballero, 100

50001 · Zaragoza

976 294 730  / 976 294 730

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