Poner coto a las adicciones desde la experiencia del Proyecto Hombre
Hace ya más de 20 años, en 1997, los obispos de Barbastro-Monzón, Huesca y Jaca, por iniciativa de las Cáritas, creaban el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca, con la finalidad de atender a personas con diferentes adicciones y a sus familias.
Esta fundación, que forma parte de la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión desde el mismo momento de su creación, en el año 2001, tiene reconocido su carácter sanitario por el Gobierno de Aragón. Y es que cuenta con la notable experiencia del Proyecto Hombre en su labor preventiva y asistencial de las drogodependencias y otras nuevas adicciones.
El horizonte que guía su acción es la necesidad de dar una respuesta eficaz en el tratamiento y prevención de las adicciones, desde la calidad y con plena confianza en un equipo de profesionales en constante formación e investigación. El Centro de Solidaridad de Huesca aborda las adicciones desde la profesionalidad, la reflexión y la creatividad, desarrollando actividades y servicios su tratamiento, así como para el de sus problemáticas asociadas.
Especialmente reseñable es su labor en materia de prevención entre adolescentes en situación de riesgo o desprotección y sus familias. En estos momentos, además, el CSIH apoya a los centros educativos con terapias de grupo dirigidas al alumnado en situación de riesgo, con conductas disruptivas y consumos importantes, abordando la intervención en reducción de daños.
El CSIH atiende a adolescentes adictos al cannabis en el marco de su programa de prevención para jóvenes de 14 a 20 años en situación de riesgo y sus familiares. Asimismo, y en el mismo periodo, a través de su línea de actuación denominada Acción en el Medio Escolar ofrece talleres de prevención de las adicciones a alumado, madres y padres y docentes de Huesca y provincia.
Mediante su programa de cocaína y alcohol, en el año 2017 atendió a un total de 73 personas de 21 a 60 años adictas a alguna de estas sustancias o a ambas. Por otro lado, 15 ciudadanos con distintas adicciones pasaron en el 2017 por su programa de acogida y reinserción. Se trata de una línea de atención y tratamiento dirigida a personas con problemas graves de drogodependencia. Se les ofrece orientación y, en caso de ser necesario, se las deriva al centro terapéutico residencial de la fundación. En este programa se incluyen también las personas atendidas en el centro penitenciario de Zuera.
Para los casos de adicciones comportamentales, el CSH dispone de otro programa dirigido a personas con problemas de adicción al teléfono, las compras, los juegos de azar, el sexo, el ordenador, los videojuegos… Por él pasaron 53 personas a lo largo del 2017.
Entre las misiones del CSIH está la de prestar apoyo a las familias de usuarios con conductas adictivas. El número total de familias atendidas en el periodo citado fue de 85, 34 de las cuales continuaban desde el año anterior, y otras 51 hacían uso por primera vez de este servicio.
Otro de los fines de la entidad es la intervención con población general (padres, hijos, agentes sociales, educadores…) a través de acciones de sensibilización y prevención de las adicciones en diferentes ámbitos y con distintos públicos. Para ello cuenta con un programa de intervención comunitaria, con el que actúa en Barbastro, Jaca y Fraga y en las comarcas del Alto Gállego, la Hoya de Huesca, el Cinca Medio y los Monegros. Un porcentaje de los casos que se reciben son derivados del Centro de Inserción Social de Huesca.
Entre tanto, continúa vigilante ante los cambios sociales y los nuevos hábitos de consumo, ampliando la asistencia terapéutica a personas con diferentes problemas de adicciones. Esta labor la realiza sin discriminación alguna, de forma gratuita y con la mayor discreción, colaborando de forma positiva con cualquier institución pública o privada que trabaja por la misma finalidad, desde centros sanitarios hasta servicios comarcales o municipales, pasando por asociaciones parroquiales u ONGs.
El Centro de Solidaridad de Huesca es miembro de la Plataforma Oscense del Voluntariado Social, ya que las personas voluntarias participan estrechamente en los proyectos con diferentes funciones, según sus capacidades, para lo cual se les ofrece una formación acorde con las necesidades de cada momento. Además de las instituciones colaboradoras, son los voluntarios y los socios quienes, con sus aportaciones, hacen posible la labor solidaria del centro.
En la actualidad, la atención del CSIH se centra principalmente en seguir dando respuesta a los problemas de ludopatía, seguir apoyando los tratamientos terapéuticos de deshabituación de tóxicos y abordar problemáticas de adicciones diversas con patología psiquiátrica y violencia de genero.
Los principales retos que la organización tiene por delante son llegar a incrementar el número de atenciones a mujeres y alcohólicos. Por otro lado, continuar con el desarrollo de programas de prevención y asistencia para erradicar situaciones de conductas adictivas, seguir reflexionando e investigando la situación actual de las adicciones y orientar e informar a padres y madres en la prevención de las posibles adicciones de sus hijas e hijos. Para lograrlo, esta entidad seguirá realizando programas de compromisos con el Gobierno de Aragón, las comarcas, los ayuntamientos y entidades privadas de la provincia de Huesca.
Premio 2019 · Real Ilustre Colegio de Enfermería de Aragón en Huesca
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